martes, 21 de abril de 2009

Mucho mejor
por hoy presiento estar,
y el cansancio aquel se irá sin mí
dejándome llegar.
Todo va bien,
al menos sé por donde voy,
tu paciencia fue tan esencial y frágil a la vez.
Y me equivoqué al desesperar,
la corriente me ha arrastrado hasta aquí.
Cuando heredé estos ojos cansados,
ya eran viejos desde antes de nacer, de nacer.
Sube el silencio,
como hablando al vacío
que no distinguí lo simple de tus labios sonriendo.
Y me equivoqué y desesperé.
La corriente me ha arrastrado dejándome de su lado.
Cuando heredé estos ojos mojados
ya eran tristes desde antes de nacer.
Y mirás por mí
desde el día en que te vi,
tu belleza fue lo que otros ya sufrieron
menos yo, menos yo, menos yo, menos yo.